La ceramica gres: Historia, Técnica y Aplicaciones
El gres, derivado de la palabra francesa "grès" que significa arenisca, es una pasta cerámica que combina arcillas, desgrasantes como el sílice y fundentes como el feldespato. Conocido por su dureza y baja absorción de agua, este material ha sido utilizado desde alrededor del año 1400 a.C., durante las dinastías Han y Shang en China. En Europa, su producción comenzó en el siglo XII en Alemania y se expandió gradualmente por otros países a partir del siglo XIV.
La fabricación del gres implica una cuidadosa selección y preparación de materias primas, que se dividen en arcillas plásticas, fundentes como feldespatos y materiales inertes como arenas silíceas. Estas materias se muelen y se mezclan para lograr la consistencia deseada antes de ser conformadas, secadas y cocidas.
Una variante notable es el gres porcelánico, caracterizado por una mayor vitrificación que resulta en menor porosidad y mayor resistencia. Este tipo de gres se utiliza principalmente en pavimentos expuestos a condiciones extremas.
La técnica de fabricación ha evolucionado con el tiempo, empleando procesos de molturación en seco o húmedo, seguidos a menudo por secado por atomización para reducir el contenido de agua. El conformado, secado, esmaltado (en algunos casos) y la cocción final completan el proceso de producción, ofreciendo una amplia gama de productos que van desde vajillas hasta pavimentos y revestimientos de baldosas.